Os quiero compartir unas reflexiones que he tenido acerca del coaching sistémico y el tema de situar "al padre" a la derecha. El día de la formación con de Coaching Sistémico con Juan Londoño del Nivel 2 de la formación de Coaching, la explicación (o más bien, la interpretación que hice yo de la explicación) de que el el padre se sitúa a la derecha porque es la posición del bastón de mando, del líder, ni me gustó, ni me convenció.

La verdad es que, como mujer moderna e independiente, acabé la clase bastante en conflicto con ese tema. Tampoco me convencía el que "los maridos" dormían a la derecha de "las esposas". De hecho, en mi caso, la decisión la tomó la posición de la ventana (de dudoso aislamiento) y el hecho de que la temperatura de confort de David sea algunos grados más bajos que la mía. La ventana baja la temperatura de la zona, por tanto, duerme a su lado quien prefiere/necesita menos calor.

Ahora que estoy leyendo libros de maternidad (en concreto La maternidad y el encuentro con la propia sombra) le he encontrado otra explicación-significado que me ha convencido más y que paso a detallar a continuación.

Al nacer un hijo, hay un miembro de la familia "que materna", es decir, que alimenta al bebé, está pendiente de sus necesidades, lo cuida y lo protege; durante un tiempo, es su mundo. Normalmente, por temas fisiológicos suele ser la madre, pero también puede ser una ama de crianza, un familiar próximo... y actualmente, ocurre habitualmente que también puede ser el padre. Esta persona está volcada en las necesidades del nuevo miembro de la familia, lo que suele repercutir en un cambio en el estilo de vida y/o costumbres. En un entorno actual laboral, se podría decir que “quien coge la baja”.

Entonces aparece la figura "que paterna". No ha variado tanto su estilo de vida como quien "materna" (alguien tiene que trabajar y esas cosas 😉); tradicionalmente quien no coge la baja “larga”. Es muy típico que por las noches “se levante” y atienda al nuevo miembro de la familia quien no tiene que madrugar al día siguiente para ir a trabajar y rendir cuentas a otros. Entonces esta persona se convierte en el "sustento" de la familia: económicamente y también emocional. Este rol paterno se convierte en el apoyo emocional del rol materno, y protege a la familia. Ahora con el tema de las bajas retribuidas y la incorporación de la mujer al mundo laboral lo de económico no es tan evidente como antes. De hecho, en España, con la equiparación de la baja por nacimiento de hijos, estos roles de paternación y maternación serán rotativos.

El apoyo y sustento (emocional) de la persona "que paterna", en cierto modo, son a causa de los “pequeños privilegios" que conlleva el no haber variado la rutina al 100%. Como hemos comentado, quizá el no levantarse por las noches si el bebé llora, salir del nido a hacer cosas diferentes, el socializar en el trabajo o fuera de él, echarse una siesta el fin de semana...

De este modo, se forma una pequeña cadena de cuidado y sustento emocional: el bebé es cuidado por la figura que materna y esta a su vez es sostenida por la figura que paterna: yo te cuido a tí y tú cuidas al bebé. Es en este punto cuando enlazamos con el tema sistémico de la posición de la derecha. La mayoría de los seres humanos somos diestros, por lo que la posición de la derecha es la que deja libre la mano "útil", la derecha. Pero no como interpreté al principio que era para llevar el bastón de mando, si no para llevar la lanza que sirve para defender o el bastón de soporte que sirve como ayuda para sostener a la familia que se sitúa a la izquierda: primero a la figura materna que defiende y sostiene a los hijos que se sitúan a su izquierda.

Este modelo de "líder al servicio" (estoy aquí para cubrir las necesidades de los que tengo a la izquierda) me hace sentir más cómoda que mi anterior interpretación de "líder/jefe del clan". Además, sustituyendo "el padre" por "quien paterna" y "la madre" por "quien materna", creo que se refleja mejor la variedad de nuevos patrones familiares que existen actualmente.

Me gustaría aclarar que el libro no habla de una mujer callada y un hombre que habla, si no una persona que se dedica al cuidado del nuevo miembro (normalmente la madre por el tema de la lactancia) y otra persona o personas que cuida lo demás. Y con lo demás incluyo el cuidado del hogar, de los otros hijos, etc... Fisiológicamente es innegable que hay cosas que la madre puede hacer que el padre no, y el libro habla desde ese punto de vista. Desde esta perspectiva y con contexto histórico cuenta que antes había tribus que se encargaban de este reparto de roles, pero que en la actualidad de la sociedad occidental las tribus se han reducido a la familia nuclear de dos miembros. No es lo mismo tener un clan entero pendiente de cubrir las necesidades del nuevo miembro, que estar sólo dos personas con un tiempo limitado, puesto que han de ausentarse para trabajar y ganar el dinero que es necesario para la manutención.

Hemos visto que por las necesidades del nuevo miembro, se crea una pequeña cadena de dependencia y ayuda (o sostén) temporal. El problema surge cuando se intenta mantener forzadamente esta circunstancia temporal o cuando surgen disfuncionalidades. Cuando uno de los dos se entromete en el rol del otro y lo critica, lo desvaloriza, etc., entonces la relación se desequilibra. Y esto es precisamente lo que ocurre en el modelo patriarcal, cuando el rol del padre (del hombre) se vuelve dominante y subyuga a la mujer y a los hijos coartando su libertad.

Pero no es el único tipo de disfuncionalidad: una pareja dependiente emocionalmente que en vez de sostén se convierte en otro hijo que cuidar, o unos abuelos demasiado entrometidos que desequilibran la armonía familiar, etc…

Desgraciadamente, todas estas disfuncionalidades están muy presentes en el pasado de nuestra sociedad y en nuestro día a día. Hace falta llegar a las 9ª y 10ª acepción de la definición de padre y madre para ver algo que no esté relacionado con el sexo o género. Por eso creo que es algo mental de la sociedad (o de quién escribe los diccionarios).

Tengo unos amigos que por sus circunstancias personales invirtieron los papeles (él trabajada desde casa y estaba todo el día con el pequeño y le daba de comer) y claramente se invirtieron los roles. Él era mamá, y ella era papá. Al final, uno de los dos está más tiempo con el bebé que otro y el bebé lo convierte en "mamá" y el otro que está menos, ayuda y sostiene y es "papá". Y tiene mucho sentido que sea así, de otro modo no funcionarían las adopciones si la madre sólo pudiera ser quien engendró y dio a luz al nuevo miembro.

Mis amigos fueron y son muy felices y el pequeño se crió normalmente. Ahora pensándolo, no es el único caso que conozco; aunque sí es cierto que la sociedad y la herencia arrastrada del pasado no mira con los mismos ojos estos hombres que trabajan desde casa y dan de comer a los hijos, que cuando son mujeres quienes lo hacen... ¡Esto tiene que cambiar!

No obstante, aunque pienso que hay que solventar estas disfuncionalidades de la sociedad patriarcal, las disfuncionalidades no son exclusivas de este modo social. En entornos de predominancia matriarcal donde es la madre la que lleva la mayor carga familiar, así como el control, mientras que el hombre se hace cada vez más pequeño también ocurren. Si un hombre que en este tipo de sociedad se encarga del hogar y del cuidado familiar no recibe el valor que merece, surgirán problemas en la relación familiar.

A parte del pensamiento lógico de que estoy obsesionada con el tema o que estoy preocupada por la maternidad... 😝 ¿Cómo lo véis los demás este tema sistémico? Quizá sea la interpretación que habéis hecho vosotros de primeras, o quizá tengáis otra interpretación...