Ahora mismo como sociedad, como madres, como padres, como criadores y como profesionales nos faltan herramientas para tratar a la infancia con el respeto y la dignidad que se merecen. Lo vemos constantemente cuando un padre le grita a su hijo porque no sabe cómo evitar ese comportamiento. Lo vemos cuando un ginecólogo utiliza una ventosa para evitar sufrimiento fetal en un parto. Lo vemos cuando una odontopediatra nos indica que le lavemos los dientes a nuestra hija aunque llore…
Esto hace que sea muy complicada nuestra tarea como madres, padres y educadores amorosos. Por eso es importante tener algunas herramientas adecuadas.
Por eso aquí quiero mostrarte unos ejercicios para que inmediatamente comiences a poner en práctica una crianza más respetuosa y consciente.