Sólo tres regalos para mis peques. Manifiesto familiar de regalos

11/10/2021 01:09:00 p. m.

Peques y regalos por Navidad @pixabay

Queremos evitar el síndrome de niños hiperregalados. Queremos evitar que nos ocurra lo del año pasado, que recibimos muchos juguetes entre ellos bastantes repetidos y algunos que aún no hemos podido utilizar debido a que no son apropiados para la edad. Nos encanta hacer regalos y por eso sabemos que hacer un regalo es algo que se hace con mucha ilusión. Por eso queremos que se disfruten con la misma ilusión y alegría. ¿Queréis conocer nuestro manifiesto? Aquí lo tenéis...


Por esa razón hemos decidido que nuestro peque sólo va a recibir en total 3 regalos tipo juguetes por evento: Cumpleaños y Navidad. Nos estamos planteando la opción de añadir una tercera ocasión en torno a agosto-septiembre para repartirlos durante el año y “aprovechar la vuelta al cole”. 


El amor de los peques no se compra con regalos. Os va a querer igual aunque no le regaléis cosas. No creemos que un peque con mil regalos sea más feliz que uno con 10 o uno con 3.


Queremos enseñar el valor del no consumismo, de vivir con menos y no necesitar cada vez más.  Esto incluye enseñar el valor del reciclaje y la recuperación. Por eso estamos intentando maximizar el uso de cosas heredadas. Siempre cumpliendo los máximos de seguridad. Por eso, en vez de reutilizar las sillas del coche que están a favor de la marcha, hemos optado por comprar una silla a contra marcha. Además de por estar al límite de su vida útil por la fecha de caducidad. Otra excepción es el calzado, es peligroso usar calzado heredado.


También en esta línea preferimos el consumo local y en tiendas pequeñas al uso de Amazon y grandes almacenes. 


En este sentido, necesitamos que haya sincronización para evitar recibir cosas repetidas. No estamos teniendo un consumo responsable si tenemos un par de elementos iguales de cada cosa.


Además, intentamos evitar el uso indiscriminado de plásticos y preferimos materiales naturales y ecológicos: como los juguetes de madera o el algodón orgánico. Para productos alimentarios o susceptibles de morder: acero inoxidable, siliconas y madera y bambú sin tratar con productos químicos. En caso de usar plásticos, que sean libres de BPA. Esto también es aplicable para los regalos hechos a mamá y papá. ¡Por un hogar libre de plásticos!


Los juguetes tienen que ser adaptados a la edad. El uso de juguetes no adaptados a la edad puede producir en el peque frustración innecesaria. Y el guardarlo hasta más adelante ocupa un espacio innecesario y va en contra del consumo responsable. Por lo tanto, a no ser que haya sido valorado por mamá y papá como adecuado a pesar de la edad recomendada, es preferible regalar productos y experiencias adecuadas a la edad del peque. Ya habrá tiempo más adelante para dichos regalos.


Los juguetes que son muy musicales y automáticos dejan al peque como un espectador en vez de invitarle a participar en el juego. Por eso preferimos los juguetes tipo Montessori que son auto-corregidos a los tipo Fisher Price.


No nos gustan los juguetes sexistas. No creemos que un tipo de juguete o un color sean para niños o para niñas en exclusiva. Por tanto, queremos diversidad de juguetes y diversidad de colores.


Queremos complementar con otro tipo de regalos, lo que llamamos las excepciones. Estas excepciones no son acumulables entre sí, cada persona/familia sólo podrá usar una de cada tipo cada vez. Si vemos que hay abusos, nos plantearemos más restricciones en las excepciones. Las excepciones a la regla de los tres regalos que son estas:

  • Experiencias: actividades para realizar en grupo o familia. Siempre acompañado, al menos, de mamá o papá (aunque si lo consideramos oportuno podemos delegar nuestro “asiento”). Ejemplos de esto pueden ser: conciertos infantiles, obras de teatro, títeres y marionetas, cuentacuentos, excursiones a la granja, entradas del zoo… Inversiones: pensamos que un regalo de futuro puede enseñar a los peques a pensar en el mañana y no tanto en el presente. Ejemplos: acciones, criptomonedas, fondos de inversión, metales y piedras preciosas, etc.. Queremos evitar inversiones tipo cuenta de ahorros que enseñan el valor de ahorrar pero no el de invertir.

  • Necesidades: en ocasiones hay determinados elementos que es necesario comprar y suponen un desembolso económico: sillas a contra marcha para el coche, vacunas, pijamas, abrigos, por ejemplo. Mamá y papá harán una lista de dichos elementos o contribución al pago de los mismos.

  • Elementos reciclados o recuperados. Para maximizar el valor del consumo responsable, valoramos las cosas recuperadas. Es por ello que en lugar de comprar una cocinita de juguete, hemos optado por recuperar una mesilla y convertirla en cocinita, aunque el precio final sea similar o superior. Por esta razón, un juguete o elemento recuperado forma parte de las excepciones.

  • Elementos culturales: creemos que la cultura es muy importante, por eso, los elementos culturales tipo libros o instrumentos musicales los consideramos excepciones a los tres regalos.

  • Lo que ya esté comprado. No queremos fastidiar a las personas previsoras, por tanto, nos encantará recibir los regalos que YA tengáis.

  • Patrocinio: mamá y papá ya tenemos pensadas actividades o experiencias como las clases de inglés o de natación que pueden ser patrocinadas por personas a las que no se le ocurran alternativas.


Está demostrado científicamente que la estimulación en bebés y peques no desarrolla las capacidades intelectuales más allá del límite natural del peque salvo en una excepción, las relacionadas con el oído. Por eso, hasta los 6 años de edad queremos priorizar las siguientes materias:

  • Música: experiencias y actividades musicales. Mamá y papá apenas tenemos una cultura musical rica, por lo que nos resulta complicado ofrecer incentivos musicales ricos y frecuentes. Aún así, el peque ha estado expuesto a experiencias musicales diversas como las ofrecidas durante la grabación de la nana “La estrellita antes del arco iris” y otras actividades musicales relacionadas.

  • Inglés: queremos reforzar el uso del inglés como segunda lengua y ¿quién sabe? soñar con el bilingüismo. Sin embargo, para lograr un bilingüismo es necesaria una exposición mínima del 30%. Eso son muchas horas de inglés a la semana. La pandemia del Covid19 ha reducido mucho las ofertas culturales, sobre todo gratuitas, por lo que esa exposión del 30% puede resultar muy cara.

  • Italiano: hemos valorado el italiano como 3ª lengua. Mamá y papá no sabemos otras lenguas, y hemos valorado que si hay que viajar frecuentemente a un país para reforzar una tercera lengua, viajar a Italia nos resultaría más agradable. Obviamente otra lengua más distanciada del castellano (como el finlandés o el japonés) sería mucho más provechosa, pero requiere un esfuerzo mucho mayor tanto económico como de trabajo por parte de mamá y papá para la exposición a este idioma. La alternativa es el francés. Podríamos plantearnos el cambio de tercera lengua si logramos suficientes recursos asequibles y sencillos en francés para una exposición frecuente al idioma.

¿Y tú? ¿Cual es la política de regalos en tu hogar? ¿Te dejas llevar por el efecto Aldi o Black Friday? Os leo..


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