¿Alguna vez has tenido las ganas de guardar una sensación para siempre? ¿Has disfrutado tanto de algún momento o experiencia que has deseado que no se termine nunca? ¿O que ojalá pudieras guardar esa sensación para siempre? A mí, sin lugar a dudas sí que me ha pasado.

¿Y si te digo que puedes guardar esa sensación y tenerla para cuándo lo necesites? Esto es lo que te traigo en la entrada de hoy. ¿Te vienes?

¿Alguna vez has escuchado alguna melodía, olido algún aroma o saboreado algún alimento que te ha transportado a otro momento de tu vida generalmente alegre? Esa asociación de un estímulo a un estado emocional se llama anclaje. 

Ya hemos tocado el tema de los anclajes en el blog, como cuando contamos el cuento de La verruguita Elenita: un bonita historia de superación gracias a un poderoso anclaje que os invito a releer. Hoy, sin embargo, os traigo una propuesta. Un ejercicio de anclaje, para que puedas tener tu propio anclaje de alegría. Os lo dejo en formato vídeo: anclaje de la alegría.

Hay eventos que son tan poderosos que con una sola vez se produce el anclaje. Sin embargo, normalmente es preferible repetir el ejercicio de anclaje en varias ocasiones (un mínimo de 10) para que se ancle poderosamente. Te invito a volver a escuchar el ejercicio del anclaje de la alegría tantas veces como necesites para que sea más fuerte y así poder guardar la sensación de alegría para siempre.

¿Qué momento alegre vas a anclarte para siempre? Déjamelo en los comentarios del vídeo qué recuerdo vas a anclar para guardar la sensación de alegría para siempre. ¡Os leo!

Puedes contactar conmigo o apuntarte a uno de mis cursos o talleres (te dejo más información aquí) o contratar un proceso de coaching personal (o ejecutivo).

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