En esta semana de la lactancia materna he querido traer esta imagen maravillosa de @tararubyphotography. Y es que lo que más me fascina de todo ello es la cantidad de mujeres lactando en su lugar de trabajo.

Sueño con un mundo en el que las mujeres podamos realizarnos profesional y maternalmente. Y todo pasa por normalizar la presencia de bebés y peques en los lugares de trabajo.

Evidentemente no vas a llevar a un bebé a un laboratorio químico, una central nuclear o una mina. Siempre habrá espacios que verdaderamente no sean aptos para un bebé.

Sin embargo, no veo razones para que una persona que trabaja en el zoo cuide a sus bebés como lo hacían nuestras abuelas, que tambié
n tenían gallina, cerdos o vacas.

Ni la razón para que una cajera en un supermercado no pueda estar acompañada de su peque.

Cuando hace unos meses abrí este debate sobre la conciliación a raíz de una foto de una mesa con cuna en una biblioteca, las razones que me encontraba eran tres:

• Las oficinas no son sitios para niños

• Si una persona se lleva a sus hijos pierde productividad

• Es preferible que al bebé lo cuide otra persona a que esté con una madre ocupada en otras cosas

La primera razón creo que es cuestión de adaptación de los espacios. Si hemos pasado de los despachos individuales a las praderas y se han adaptado para mascotas, se pueden adaptar a la infancia.

La última, realmente se cae por su propio pie o es la anterior de manera encubierta. En las escuelas infantiles en España el ratio es 1 o 2 maestras por 8 niños, está claro que no reciben el 100% de una persona. ¿Por qué es tan malo que su propia madre o padre no le den el 100% cuando es válido para otras personas? Además, que en casa tampoco reciben el 100% porque se hacen labores del hogar, higiénicas o de autocuidado…

Y la segunda es la que más me preocupa. Una sociedad más preocupada porque las personas no pierdan nada de productividad que de darle lo mejor a los bebés (y esto es la presencia de su madre o su padre) es una sociedad enferma.

Efectivamente, la cajera que lleve a su peque a la tienda habrá momentos en los que vaya más lento. ¿Realmente es eso tan malo como consumidores? Personalmente creo que saldríamos ganando con la oxitocina que nos generaría ver al bebé… ¡Ohhh! 

Y porque sueño que esta sociedad que cuida y respeta a la infancia y sus madres (y padres) es que me dedico a la difusión y formación en crianza respetuosa, maternidad consciente y educación en positivo.

Porque imagino lo espectacular que podría ser una sociedad de personas que han sido criadas con amor y respeto. Y eso es lo que quiero para mis hijos y mis nietos.

Si tú también tienes este sueño o te gustaría ser partícipe estoy aquí para tí.

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"Se el cambio que quieres ver en el mundo" Dalai Lama