Ahora mismo como sociedad, como madres, como padres, como criadores y como profesionales nos faltan herramientas para tratar a la infancia con el respeto y la dignidad que se merecen. Lo vemos constantemente cuando un padre le grita a su hijo porque no sabe cómo evitar ese comportamiento. Lo vemos cuando un ginecólogo utiliza una ventosa para evitar sufrimiento fetal en un parto. Lo vemos cuando una odontopediatra nos indica que le lavemos los dientes a nuestra hija aunque llore…

Esto hace que sea muy complicada nuestra tarea como madres, padres y educadores amorosos. Por eso es importante tener algunas herramientas adecuadas. 

Por eso aquí quiero mostrarte unos ejercicios para que inmediatamente comiences a poner en práctica una crianza más respetuosa y consciente.

Escucha las frases que dices en momentos de tensión. Te invito a que apuntes estas frases y después analices de dónde han venido. ¿Son realmente pensamientos tuyos? ¿Son frases que decía tu madre? ¿o de tu padre?

Frases como “con la comida no se juega”, “cómete toda la comida del plato”, “si no te lo comes en la comida, lo tendrás para la cena” son frases que demuestran una mentalidad de escasez ante la comida. 

En la época de nuestros abuelos o incluso nuestros padres, en la época de la posguerra había mucha hambre generalizada. Es normal que este tipo de frases se utilizaran en el día a día ante algo tan importante y que había poco: la comida.

Afortunadamente, la mayoría de vosotras no estáis en la misma situación y puedes ser más laxas con la comida. ¿Quién no ha hecho un collar de macarrones? ¿O pintado garbanzos? ¿O ha hecho un sonajero con lentejas? Piensa en las veces que tú misma has jugado con la comida, ya sea siendo niña, madre o educadora.

Si tú juegas con la comida, ¿por qué se lo impides a tus hijos y les regañas cuando lo hacen? ¿Estás siendo realmente consecuente entre lo que dices y lo que haces? Y en ese caso, ¿estás regalándole a tus peques unas reglas claras y consecuentes?

Al igual que ocurre con el tema de la comida, ocurre en muchos otros ámbitos de la crianza y la educación. Pensamos que estamos siendo claros y firmes y lo que realmente estamos haciendo es dar señales y órdenes contradictorias. Y ante la incertidumbre, los peques (como los adultos) hacen lo que consideran.

Piénsalo, si vas a entrar en un espacio y a la entrada hay dos personas de seguridad una que te invita a pasar y otra que te dice que te quedes ahí… ¿Qué es lo que haces? Seguramente si tienes muchas ganas de entrar, intentarás entrar, quizás acercándote más a la persona te está invitando a entrar.

¿Tenéis esta clase de incongruencias en vuestro día a día? ¿Hay situaciones o personas o momentos que flexibilizan las reglas y generan incertidumbre? Piénsalo y busca tus respuestas.

¡Te mereces ser una madre alegre y relajada en lugar de una gritona y estresada!

Con la crianza consciente y respetuosa he encontrado las herramientas que me permiten estar más relajada y disfrutar más de mi maternidad. Y además he encontrado una profesión que me permite cumplir mi propósito de vida. Y como yo, mis clientas, como Cristina, también han encontrado esas incongruencias del día a día que generaban mal ambiente en su familia.

Si quieres que te ayude a ti también envíame un mensaje privado y te daré más detalles sobre todo lo que puedo hacer por ti. O reserva una sesión privada online conmigo en este enlace.

Tú también puedes lograrlo.

Un saludo,

Esther